Monday, June 28, 2010

La Voz Que Clama En El Desierto




Para os los dar a conocer (los pecados contra los indios) me he subido aquí, yo soy voz de Cristo en el desierto de esta isla y, por tanto, conviene que con atención no cualquiera, sino con todo vuestro corazón y con todos vuestros sentidos la oigáis; la cual será la más nueva que nunca oísteis, la más áspera y dura y más espantable y peligrosa que jamás pensasteis oír...

Alas de Libertad




El Tratado Trujillo-Hull fue un acuerdo llevado a cabo el 24 de septiembre de 1940 y ratificado el 15 de febrero de 1941 entre la República Dominicana, representada por Rafael Leónidas Trujillo y los Estados Unidos representado por Cordell Hull, Secretario de Estado de dicho país.
El acuerdo establecía que a partir de ese momento las Aduanas, enajenadas desde 1905 como consecuencia de las deudas contraídas desde los tiempos del General Ulises Heureaux, dejaban de funcionar bajo control del gobierno estadounidense, y sus oficinas y dependencias pasaban a formar parte de la Administración Pública de la República Dominicana.
En 1931 Trujillo inició una serie de negociaciones con el Gobierno de los Estados Unidos de América para que República Dominicana recuperara el derecho de administrar sus Aduanas. Varios años de intentos y discusiones culminaron en 1940 con la firma del Tratado Trujillo-Hull y a partir de entonces la administración de las Aduanas quedó en manos dominicanas.
La deuda externa continuó amortizándose mediante mecanismos establecidos por el Tratado en cuestión y en julio de 1947 su balance era tan sólo de $9,271,855.55, suma que fue totalmente pagada a los tenedores de los bonos adeudados, el 19 de julio de ese mismo año.
Trujillo se sintió muy orgulloso de haber saneado la economía y fue ensalzado a lo largo de todo su gobierno como restaurador de la independencia financiera del país.